Yo, yo, yo… ¿y nosotros?

El individualismo y colectivismo son dos tendencias totalmente opuestas entre sí. La primera se enfoca en la autonomía y la autosuficiencia del individuo en sociedad, donde se promueve la liberación total del individuo y su prioridad sobre el colectivo.

Por otra parte, el colectivismo es todo lo contrario, tiene como prioridad los intereses de la comunidad, donde el bien común y la responsabilidad social son la base, formando un pensamiento colectivo, procurando generar una armonía social.

En los últimos años, ha crecido la valoración del individuo, valorando su autonomía, el reconocimiento personal, los beneficios personalizados y el desarrollo individual. No hay nada de malo en ello; de hecho, muchas empresas prosperan al permitir que sus colaboradores se expresen individualmente. Sin embargo, no debe perderse el equilibrio con el sentido de comunidad y pertenencia, ya que, aunque está pasando a un segundo plano, sigue siendo un factor clave para la sociedad.

Individualismo como una ventana de oportunidad

El individualismo en el mundo laboral ha tomado fuerza a raíz de la pandemia de COVID-19. De acuerdo con un estudio realizado por MetLife, se encontró que, después de la pandemia, el 41% de los trabajos de oficina, ahora trabajan principalmente desde casa, donde muchos colaboradores han dejado de convivir entre ellos.

Con esto, los hábitos de trabajo y de consumo han cambiado, a una visión centralizada al yo, donde los colaboradores buscan empresas que cubran ciertas expectativas personales, con el fin de sentirse satisfechos con ellos mismos.

A pesar de que el individualismo podría verse como una tendencia negativa para lograr la integración de los colaboradores a las empresas, es una tendencia a la alza, y como gestores de la comunicación podemos aprovechar sus beneficios, en lugar de resistirnos a ella. Si bien el individualismo excesivo puede traer consecuencias negativas, saber utilizarlo a tu favor puede ser beneficioso para quien lo aplica. 

De acuerdo con un estudio de Edelman, estas son algunas acciones que las organizaciones pueden seguir para llevar a cabo una estrategia que se enfoca en el individualismo:

  1. Conoce personalmente a tu colaborador. Enfócate en los factores yo: “me hace sentir bien”, “me da felicidad”, “me enseña”, “me educa”, etc., y también puedes sacar provecho de los factores nosotros, como “me provee un sentido de comunidad” y “me ayuda a hacer algo bueno”.

  2. Intercambio entre individuos. Para generar ser relevante para tu público objetivo, es importante crear conexiones entre los individuos, ya que esto te ayudará a conocerlos mejor.

  3. Un propósito nicho. A veces queremos abarcar mucho y llegar a todas partes con nuestro mensaje, sin embargo, es necesario comenzar con propósitos con los que puedas llegar con más impacto a tu público meta, aunque éste se reduzca.

Casos de éxito del individualismo en el trabajo

El individualismo en el mundo laboral ha traído varios beneficios a algunas empresas que lo han aplicado de la manera correcta. Tomemos como ejemplo el caso de la empresa de software australiana Atlassian

Atlassian organiza eventos internos en los que los empleados pueden trabajar en proyectos propios, propuestos libremente, durante un día. Estas iniciativas han generado productos o mejoras que permiten que el individuo creativo fluya, dándole la libertad de trabajar con sus ideas personales. Además fomenta innovación, sentido de pertenencia, motivación para contribuir más allá de lo obligado. 

Consecuencias negativas del individualismo en el trabajo

Aunque la tendencia se inclina al individualismo, perder el balance y priorizar solamente este fenómeno puede ser perjudicial para cualquier empresa. Un ejemplo de esto fue el caso de Uber durante sus primeros años. La empresa tuvo un crecimiento rápido gracias a su cultura del “éxito individual a toda costa”, y aunque muchos colaboradores crecieron rápidamente en cuestiones laborales, llegando a superar metas personales, también fomentó un ambiente competitivo y hostil que terminó afectando su reputación y clima interno.

¿Cómo una agencia de comunicación podría ayudar a conectar con mis colaboradores aprovechando esta tendencia?

Una agencia puede ayudarte a conocer qué es lo que le interesa a cada persona en tu organización, a través de encuestas, grupos de enfoque y dinámicas de participación. Una vez que se tengan mapeados los gustos e intereses segmentados de diversos perfiles, se podría comenzar a generar campañas dirigidas con mayor precisión a los perfiles adecuados. 

Imagina una campaña dirigida a los amantes del deporte y la cultura física, que les permita reconocer cómo su trabajo les permite avanzar en esas metas, a la par de impulsar su vida profesional.

En Outcom personalizamos la experiencia de cada uno de nuestros clientes. Nos preocupamos por conocerlos, entenderlos y adaptarnos a sus necesidades, haciendo único cada proyecto. 

El individualismo nos ha abierto las puertas a un mundo de posibilidades, entendiendo que todos somos diferentes, no tenemos las mismas necesidades e intereses, donde, incluso, un mismo cliente puede cambiar, siendo diferente a la primera vez que nos contactó, a hoy en día.

¿Cómo no perdemos el sentido de comunidad en Outcom?

Si bien aprovechamos las oportunidades que el individualismo nos ofrece, tampoco dejamos de lado la parte colectiva del ser humano. En Outcom nos preocupamos por transmitir a nuestros colaboradores este sentido de comunidad y pertenencia, donde nos preocupamos por fomentar actividades colaborativas, impulsar el trabajo híbrido, celebrar los éxitos del equipo y cambiar nuestro vocabulario, de yo a nosotros.

Con el apoyo de una agencia de comunicación, podrías detectar aquello que sí representa un motivo de unión, integración y propósito compartido. Eso que, si nos interesa a todos, nos debería motivar a alcanzarlo si trabajamos en equipo. 

Desde algo tan simple como colocar un marcador de tipo partido de fútbol, en donde se celebren los logros de ventas o de satisfacción del cliente, hasta una campaña en favor de conseguir una certificación o un nuevo beneficio para los miembros de la empresa. 

Si bien el individualismo es una tendencia que llegó para quedarse, y se seguirá acentuando a nivel cultural, no debemos olvidar que la pertenencia a un grupo social y la creación de un impacto siguen siendo parte de la pirámide de necesidades de cada persona, y desde la comunicación podemos orientar dichas necesidades hacia el bien común y el logro de los objetivos.


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